Para llevar a cabo la fusión de fibra óptica, este objeto proporciona un acercamiento de los dos extremos de las fibras ópticas -que anteriormente hemos posicionado en holders fijos o magnéticos removibles-. A continuación, la fusionadora captará la imagen a través de las dos lentes que posee, lo que favorecerá el movimiento de los carros de los holders para así ajustar la posición de los ejes y hacer que estos queden de la manera más alineada posible.

Para que puedan trabajar correctamente y adaptarse a entornos donde haya mucha oscuridad, las fusionadoras deben poder contar con una luz potente. 

Antes de fusionar la fibra óptica es recomendable comprobar la máquina y hacer una calibración de arco de manera que este nos revele si la inyección de arco voltaico es suficiente o se debe ajustar. Esto quiere decir que es en este punto donde se determinará cuánto de rápido se derrite la sílice y si la posición es correcta. Si el resultado de la prueba es positivo, estamos listos para realizar la fusión de la fibra óptica pero si es negativo, deberemos repetir el proceso pelando, limpiando y cortando tantas fibras como sea necesario. Si hay muchos cambios de temperatura y altitud, se recomienda hacer una calibración de arco diaria.