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Hoy por hoy todos hemos oído hablar de las impresoras 3D, o tenemos algún conocido que ha adquirido uno de estos aparatos. Una tecnología que avanza a pasos agigantados gracias a la gran comunidad que tienen detrás.

Muchos al pensar en impresoras 3D piensan en aparatos de las películas de ciencia ficción o libros, donde los personajes solicitaban un producto y éste era realizado a los pocos momentos por una impresora, ya fuera comida, ropa o cualquier otro utensilio. 

Nada más lejos de la realidad, por el momento, pero se conocen ya modelos que están desarrollando órganos, comida, ropa e incluso edificios. Poco a poco se va a avanzando en la utilización de este sistema de producción. 

Qué son las impresoras 3D

En realidad, una impresora 3D es un dispositivo que se encarga de reproducir un modelo generado digitalmente mediante un programa de edición (CAD) y los convierte en un objeto material en tres dimensiones. 

Normalmente el proceso de construcción del objeto se realiza a través de la superposición de capas del material que se ha introducido en la máquina, para, poco a poco, ir convirtiendo el diseño, en un objeto real. 

Lógicamente el tamaño de una impresora doméstica para la fabricación de objetos, no será igual, ni en tamaño ni en piezas, a la que se pueda usar en la producción de alimentos, ropa o casas. 

Nos vamos a centrar en las impresoras domésticas, a las que ya podemos acceder cualquier usuario a día de hoy y con la que podremos fabricar casi cualquier objeto, con las restricciones de tamaño o funcionabilidad que a día de hoy todavía existen. 

Para poder realizar una impresión, vamos a necesitar tener instalado en nuestro ordenador, cualquier programar para realizar un modelado en 3D. Existen programas muy intuitivos y gratuitos, por ejemplo, a través de Sketch Up podremos realizar nuestros primeros modelos. 

Si prefieres evitar tener que modelar tú el objeto, existen bibliotecas con multitud de ellos, algunos gratuitos, otro de pago, donde te podrás descargar el objeto que quieras para imprimir, como en esta página.

Una vez tengamos el modelo que queramos imprimir, lo tenemos que llevar a un slicer o laminador, para que el modelo sea transformado a un formato compatible con la impresora y ésta pueda realizarlo.  

Este slicer lo que hará será dividir al modelo en capas, que podremos revisar, además de otros muchos parámetros, para que el resultado final sea el buscado.  Cura o Simplify3D suelen ser los más utilizados para este paso. 

Con el objeto ya preparado para la impresión, solo nos queda llevarlo a la impresora y comenzar con ella. Ahora ya dependerá del material en el que se va a imprimir, ya que tenemos varias opciones en cuanto a materiales.

Este condicionante, el tamaño de la pieza y las características que le hayamos indicado en slicer harán que los tiempos de impresión también cambien. 

Materiales de impresión

Los materiales que vamos a utilizar en la impresión, lógicamente van a depender de la máquina que vayamos a usar para realizar el proceso.

Obviamente, no va a ser la misma máquina la que utilizamos en casa para imprimir pequeños objetos, a impresora que se dediquen, por ejemplo, a imprimir comida, casas u otros objetos. 

A nivel doméstico, normalmente dispondremos de diferentes opciones, como son: 

PLA (Ácido poliláctico): Es el más utilizado por la comunidad maker, en la que se utiliza este termoplástico para obtener los objetos diseñados. 

ABS (Acrilonitrilo butadieno estireno): Otro de los materiales más utilizados por los usuarios de estos dispositivos. Este tipo de plásticos son más flexibles.  

PET (Tereftalato de polietileno): Es un poliéster muy utilizado en los envases de bebidas y otro de los principales materiales que usa la comunidad de makers. 

Filaflex: Material elástico con base de poliuretano. Este material ralentiza mucho la fabricación de objetos, pero es una de las más útiles. 

Existen varios tipos de materiales más, pero no es tan usual encontrar impresoras domésticas que los utilicen. Además, no todos ellos están al alcance de todos los públicos, por lo que es difícil encontrarlos y, en ocasiones, son demasiado caros. 

Usos de las impresoras 3D

Hoy en día la impresión 3D está más presente de lo que nos imaginamos, aunque en muchos sectores está aún comenzando. La evolución de esta forma de producir nos lleva hacia una sociedad que puede tener como filosofía el “Hazlo tú mismo” (DIY – Do it yourself en inglés) 

Algunas de las revoluciones que se están dando las podemos encontrar en sectores como: 

Construcción: En España ya existe una empresa que ha realizado la primera casa con una impresora 3D. La máquina se encargaba de ir haciendo capas de hormigón para ir creando la vivienda. Puedes ver el resultado aquí . Como puedes ver, las posibilidades son muchas dentro de este ámbito. 

Alimentación: Existen ya impresoras 3D para realizar, sobre todo decoraciones, tanto en dulce como en salado. Además, una de las pioneras es una empresa española. Si queréis ver cómo quedan los platos podéis echar un vistazo aquí

Órganos y prótesis: Sobre todo se está trabajando para el perfeccionamiento de prótesis, de un material que sea económico, para poder realizar en cualquier parte del mundo. Obviamente aún no tienen la calidad de las prótesis que existen actualmente, pero la tecnología sigue avanzando. 

Para la producción de órganos, sobre todo está planteado para evitar la espera de un donante que sea compatible con la persona que lo vaya a recibir, pero esto es aún un proyecto que está en estudio, aunque los avances están dando grandes resultados. 

Otros campos que también están influidos por la producción en 3D serían: moda y tejido, donde ya existen marcas que han desarrollado ropa, zapatillas o complementos realizados con esta técnica, educación, arqueología, procesos industriales, juguetería y un amplio etcétera. 

Pero como comentábamos antes, esta es una tecnología que va avanzando poco a poco, y que se va perfeccionando gracias a la ayuda de la gran comunidad que rodea a estas impresoras.

De hecho, estos aficionados o makers, suelen dedicar parte de sus producciones a modificar las impresoras con piezas realizadas por ellos mismos para mejorar los resultados. 

En el mercado existen hoy en día una gran cantidad de modelos a elegir para comenzar a imprimir en 3D, siendo en estos momentos la que quizás mejor resultado se obtenga, la creality 3D, una impresora que tienes que montar tú mismo, siguiendo el manual de instrucciones, y para la que no tienes que realizar grandes modificaciones para obtener un resultado más que aceptable. 

¿Y tú? ¿Te atreves a aventurarte en este mundillo? 

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